Conozca la ciencia ficción, un género desconocido que, a pesar de ser considerado por muchos como secundario, ha resurgido en los últimos tiempos creando toda una corriente de seguidores, creadores, obras literarias, sagas cinematográficas, series de televisión, cómics y videojuegos. Breve historia de la Ciencia ficción le guiará en un completo recorrido por este género, desde sus lejanos antecedentes con el Gilgamesh sumerio, la Biblia cristiana o el Libro de los Muertos, pasando por sus precursores Julio Verne y H. G. Wells, verdaderos padres de una forma de hacer, hasta su transformación en un fenómeno estadounidense propio del siglo XX, inventado presuntamente por Hugo Gernsback, la aparición de revistas como Astounding Stories, las leyes de la robótica de Asimov, la aparición de grandes películas que marcaron un antes y un después como La amenaza de Andrómeda, Encuentros en la tercera fase o La guerra de las galaxias, la experimentación y las nuevas corrientes como el Cyberpunk o el Steampunk, así como la ciencia ficción filosófica, la psicológica, la feminista o las distopías. Luis E. Íñigo Fernández le ayudará a conocer esta corriente cultural que a través del cine y la literatura reflexionando sobre la condición humana y su destino en el lejano futuro, le mostrará cómo era un reflejo del contexto histórico del momento y le orientará recomendándole los mejores ejemplos que le ayuden a sumergir en este género y conocerlo en profundidad. La obra recorre la historia de la ciencia ficción como manifestación cultural del ser humano desde sus más remotos orígenes hasta el presente, deteniéndose tan solo en la frontera de un futuro que un género como este parece siempre dispuesto a anticipar, y no olvida, como cabe esperar de un libro de historia de la cultura, indagar en las relaciones entre sus manifestaciones y la sociedad en que vieron la luz. Pero dicho recorrido exige, como condición indispensable, reflexionar primero sobre la propia naturaleza del concepto: ¿Qué es ciencia ficción? ¿Cuáles son sus límites? ¿En qué se distingue de otros géneros similares como la fantasía o el terror? Los más remotos antecedentes de la ciencia ficción aparecen mucho antes de que, en 1929, se acuñara el propio término. Algunos de sus temas más característicos se hallan ya presentes en las más antiguas manifestaciones literarias de la cultura occidental, e incluso de la oriental. Así sucede con el viaje fantástico, las máquinas inteligentes, las sociedades alternativas o el futuro, por citar los más relevantes. Desde el Gilgamesh sumerio a la Biblia cristiana; desde el egipcio Libro de los Muertos a los poemas de Hesíodo; desde el Beowulf anglosajón a los relatos de Platón sobre la Atlántida, o la Historia verdadera (175) de Luciano de Samosata, la literatura universal estaba sentando ya algunas de las bases de lo que más tarde constituiría un género reconocible. Pero no fueron solo los clásicos. Tomás Moro, Campanella, Francis Bacon y el mismo Cyrano de Bergerac nos permiten seguir el rastro en la Edad Moderna, que continúa en la Ilustración con los trabajos de Voltaire o Jonathan Swift. Sería, sin embargo, el siglo XIX el que daría el primer paso decisivo en la construcción de los fundamentos de un género que carecía aún de nombre. Obras como Frankenstein, de Mary Shelley y, sobre todo, los trabajos de Edgar A. Poe, Julio Verne y H. G. Wells, terminan de perfilar algunos de los rasgos más característicos del género. Aunque la ciencia ficción estaba, pues, ya inventada en Europa, su consolidación como género pasa por ser un fenómeno norteamericano y propio del siglo XX. Su presunto inventor es Hugo Gernsback y el lugar donde vio la luz la revista Amazing Stories y otras que la siguieron, en cuyas páginas escribieron los primeros autores de ciencia ficción, mientras, al otro lado del Atlántico, recogían el testigo de Wells Olaf Stapeldon y C. S. Lewis, Huxley, Orwell o Zamiatin, y un checoslovaco, Karel Capeck, acuñaba una de las palabras de mayor tradición del género: robot. Restaba ya poco tiempo para que diera comienzo la llamada, con exageración notoria, «Edad de Oro de la ciencia ficción». En 1937, John W. Campbell se convirtió en director de la revista Astounding Stories, en cuyas páginas se revelaron al mundo todos los grandes clásicos del género, desde Asimov a Sturgeon, desde Van Vogt a Heinlein, y las obras dejaron ya de ser ciencia novelada y visiones cósmicas para ser verdadera ciencia ficción, preocupada por las consecuencias del progreso técnico sobre los hombres y su sociedad. Y de las revistas a los libros. Primero, uniendo en uno solo los sucesivos relatos cortos que se habían publicado antes en ellas; luego obras concebidas como una unidad desde el principio. Es la época clásica. Lo es en sus libros, pues los cincuenta y sesenta ven nacer obras como las grandes sagas de Asimov, de Frank Herbert o de Clarke, y portentosas novelas independientes como Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, o Mercaderes del espacio, de Fred Pohl y Cyril K. Kornbluth. Y lo es en sus temas, pues es ahora cuando se exploran cuestiones que van más allá del viaje espacial para reflexionar acerca de la biología, la sociología o la psicología. Asimismo, en esta época maravillosa, la ciencia ficción cinematográfica se consolida por derecho propio. En el caldo de cultivo de la Guerra Fría, el miedo a la invasión soviética da a luz enternecedoras películas de serie B, pero también obras maestras como Ultimátum a la Tierra. Pero la ciencia ficción no se detiene. Una vez más, es una revista, en esta ocasión la británica New Worlds, la cabeza de puente de una profunda renovación de la ciencia ficción a partir de mediados de los sesenta, a la que impulsó hacia niveles más exigentes de calidad literaria, con narraciones más complejas y personajes más profundos. Y ya no se trata tan solo de hombres jóvenes. Junto a las nuevas revelaciones perviven los clásicos, ya maduros, como Pohl, Asimov y Clarke, que escriben ahora sus mejores novelas, y, sobre todo, irrumpen con fuerza las mujeres, como Ursula K. Le Guin o Connie Willis. Pero no solo envejecen los autores; también lo hacen los lectores; la ciencia ficción no es ya cosa de adolescentes que leen revistas pulp, como en los treinta; es ya un género literario que, en todos los sentidos ha alcanzado la edad adulta, como parece remarcar el cine con películas inolvidables como La amenaza de Andrómeda, Encuentros en la tercera fase o La guerra de las galaxias. Y la visión del futuro cambia: ya no es optimista porque la sociedad de los setenta, atenazada por la crisis, ha dejado de serlo. Y cuando todo está claro y la ciencia ficción parece tener por delante un futuro lleno de esperanza, la amenaza desde sus propios y nunca bien definidos límites un competidor poderoso, nacido mucho antes que ella pero que hasta entonces siempre había parecido respetarla: la fantasía. Quizá, por ello, como respuesta, la ciencia ficción dura parece renacer en los ochenta. Y también tiene tiempo el género para experimentar nuevas corrientes como el Cyberpunk, que refleja con intensidad las negras preocupaciones del presente en forma de reflexión sobre un futuro deshumanizador, o el Steampunk, que convierte a una surrealista Inglaterra victoriana tecnológicamente avanzada el escenario de sus relatos. El cine, como no podía dejar de suceder, se hace eco de la corriente dominante con obras maestras como Blade Runner o la saga de Mad Max, en las que ha desaparecido cualquier rasgo del ingenuo optimismo anterior. La tendencia iniciada en los ochenta parece haberse consolidado en las últimas décadas. Las fronteras del género se han desdibujado más; autores que han alcanzado el éxito dentro de sus cánones lo abandonan para dedicarse a la literatura con mayúsculas, y la fantasía con escasas pretensiones de reflexión sobre la condición humana –algo tan propio de la ciencia ficción– parece ganar la partida de lo maravilloso. Sin embargo, grandes autores siguen fieles al legado de sus mayores y dan a luz obras que no tienen mucho que envidiar a las de los clásicos.

POR QUÉ LEERLO - Breve historia de la Ciencia Ficción ofrece un recorrido completo y ameno por la historia de la ciencia ficción, desde Mary Shelley y Verne hasta el Cyberpunk y el Steampunk. - Incluye numeroso material adicional que facilita la comprensión del texto: cronología, anexo con recomendaciones literarias o cinematográficas, visitas guiadas, etc. - La obra está basada en una rigurosa investigación histórica que conlleva una visión interdisciplinar de esta corriente, abarcando literatura, televisión, cine y juegos como elementos a través de los que se materializa esta corriente. - La obra está narrada en un tono ameno, divertido y cronológico. Articula la narración de manera cronológica desde la prehistoria de la ciencia ficción hasta la actualidad, contextualizando cada autor u obra en la sociedad en la que surgió. - Luis Íñigo es licenciado y Doctor en Historia y autor de numerosos artículos y libros de temática histórica. Especialista en historia divulgativa, dirige las colecciones Breve historia y 100 preguntas esenciales. Ha publicado los títulos: Breve Historia de España, I y II, Breve Historia de la II República española, Breve historia de la Alquimia, Breve Historia de la Revolución Industrial, Breve Historia de la batalla de Trafalgar, Breve historia de la Batalla de Lepanto, La España Cuestionada, la novela Liber Hyperboreas o el título La Historia Universal en 100 preguntas. ¿Sabías que… … los romanos ya escribían obras de ciencia ficción? … la primera obra de ciencia ficción moderna es Frankenstein, de Mary Shelley? … la ciencia ficción estadounidense nació en revistas mal encuadernadas de papel barato? … el inventor literario de la máquina del tiempo fue español? … hubo un día en el que millones de norteamericanos creyeron que los marcianos nos estaban invadiendo realmente? … existe ciencia ficción feminista? … los robots de las novelas de ciencia ficción deben obedecer sus propias leyes? … los androides no sueñan con ovejas eléctricas? … los planetas que aparecen en las novelas de ciencia ficción no son todos redondos? … si Calderón de La Barca levantara la cabeza probablemente demandaría por plagio al autor de Matrix?

Luis Íñigo es licenciado y Doctor en Historia y autor de numerosos artículos y libros de temática histórica. Especialista en historia divulgativa, dirige las colecciones Breve historia y 100 preguntas esenciales. Ha publicado los títulos: Breve Historia de España, I y II, Breve Historia de la II República española, Breve historia de la Alquimia, Breve Historia de la Revolución Industrial, Breve Historia de la batalla de Trafalgar, Breve historia de la Batalla de Lepanto, La España Cuestionada, la novela Liber Hyperboreas o el título La Historia Universal en 100 preguntas.

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